5 aspectos clave al iniciar un proyecto de innovación

 

Por Antonio Velez, gerente de Outsourcing de PwC

El dinamismo del mundo de los negocios empuja a muchas empresas a apostar por ideas agresivas de innovación, pero salir de la caja para crecer siguiendo una nueva ruta supone el quiebre de ciertos paradigmas.

Las escuelas de negocios del Perú y el mundo están cambiando su enfoque para convertir la creatividad de los futuros empresarios en innovación. Sin embargo, estos perfiles aún deben enfrentar organizaciones con desafíos en cuanto a cultura organizacional, procesos y personas.

¿Qué debemos tomar en cuenta para innovar de forma exitosa?

1.  Establecer objetivos con las personas, procesos y clientes. Diseñar una estrategia de innovación implica completar una primera etapa de inspiración para luego dar pase a la de “transpiración”. Es necesario definir con claridad qué resultados esperamos y de quiénes.

2. Medir el posible impacto reputacional y pérdida de clientes debido a fraudes. Este es un aspecto frecuentemente olvidado en la etapa de desarrollo de proyectos, ya que implica la realización de proyecciones a partir de números irreales, que muchas veces podrían quitarle valor a la iniciativa. Sin embargo, resulta indispensable medir el riesgo para prevenir y diseñar mecanismos de respuesta.

3. Definir los procesos de resolución de los reclamos que podrían generarse. Muchas veces, el cliente tiene que esperar un mes para que su problema sea resuelto. Es indispensable que estos procesos sean de calidad; es decir, que tomen menos tiempo y que no tengan errores, ya que la experiencia del usuario es crucial para el éxito de un negocio. La tecnología puede ayudarnos a reducir el tiempo de respuesta y distribuir mejor el recurso humano.

4. Poseer una contabilidad de gestión. Un indicador importante para medir el éxito de un proyecto es la generación de rentabilidad. Tener una contabilidad financiera ordenada es importante pero no suficiente. Una herramienta clave para las organizaciones es la contabilidad de gestión, la cual se alimenta de su par financiera y permite tomar mejores decisiones, evaluando así la rentabilidad real del nuevo servicio o producto.

5. Prever gastos y pronosticar ventas futuras para sustentar un producto. Un buen uso de la información puede ayudarnos a predecir mejor y, con ello, a ser más eficientes. Incluso en aspectos como el incremento de reclamos, aumento de demanda o la necesidad de más personal para atender deficiencias.

 

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