Ha pasado un poco más de un año desde que inició la pandemia. La forma de hacer negocios y de interactuar, como sociedad, ha atravesado un proceso de transformación. Orlando Marchesi, socio principal de PwC Perú, analiza la situación de las empresas peruanas tras este año de aprendizaje y desafíos.
El 2020 fue un año lleno de desafíos, no solo para las empresas sino para la sociedad en general. ¿Qué lecciones hemos aprendido a poco más de un año de iniciada la crisis sanitaria en nuestro país?
La pandemia nos está dejando muchas lecciones. Por el lado empresarial, hemos puesto a prueba nuestra capacidad de respuesta, de recuperación y adaptación ante la incertidumbre que generó esta crisis. Hemos visto, no solo en Perú, sino alrededor del mundo, cómo muchas empresas cambiaban sus procesos para seguir produciendo y generando valor. Empresas cerveceras que empezaron a producir alcohol en gel, por ejemplo. Además, esta pandemia sirvió como motor acelerador para los procesos de transformación digital que, en la mayoría de los casos, aún estaban en las primeras etapas. Si hablamos de Perú específicamente, el comercio electrónico creció significativamente y eso trajo consigo nuevos retos logísticos para muchas empresas. Creo que podríamos pensar en este periodo como un gran laboratorio de innovación en el que todos debimos participar, forzosamente, para poder asegurar la supervivencia empresarial.
Sin embargo, la incertidumbre pasó a convertirse en algo con lo que debíamos convivir. En cierta medida, aún lo hacemos. ¿Qué implicó esto para las empresas?
Creo que nos ayudó a desarrollar resiliencia. Fuimos capaces de encontrar nuevas formas de comunicarnos con nuestros equipos en medio del trabajo remoto y descubrimos muchas capacidades que quizá antes ignorábamos que teníamos y esto ha sido muy provechoso. De hecho, si observamos los resultados de la última edición del CEO Survey que PwC realiza anualmente, vemos que los CEO a nivel mundial están muy optimistas respecto al crecimiento de sus organizaciones este 2021. En Perú, un 63% de los CEO encuestados espera un crecimiento en sus ingresos. Es un indicador de que los líderes empresariales aprendieron rápido cómo hacer que sus organizaciones naveguen en este nuevo contexto.
Hablemos de sostenibilidad. Ya hace unos años el tema ha ido cobrando cada vez más relevancia en el ámbito empresarial y social. ¿Cómo ha cambiado esto a raíz de la pandemia?
El desarrollo sostenible es una exigencia cada vez mayor, no solo de parte de entes reguladores sino también de los consumidores y clientes. Esto ha impulsado a las organizaciones a adoptar medidas para mitigar su huella ambiental, pero también las ha llevado más allá, a cuestionar el rol que cumplen en la sociedad. A observar con mayor detenimiento el vínculo y las interacciones con todos los grupos de interés. Sin embargo, aún hay camino por recorrer en este punto. Si hablamos de cambio climático, por ejemplo, de acuerdo con el estudio que ya mencioné, solo un 40% de CEO a nivel global ha incluido esta variable en sus actividades estratégicas de gestión de riesgos; y la cifra baja a un 18% en el caso peruano.
¿Podríamos decir entonces que la sostenibilidad aún no es una prioridad en la agenda de los CEO peruanos?
Creo que ya se reconoce la importancia del desarrollo sostenible, pero que aún se necesita elevar este tema para convertirlo en una prioridad en el directorio y las altas gerencias. Un 23% de CEO peruanos está haciendo cambios en el propósito de su organización y otro 35% está considerando hacer cambios. Sin duda es un gran paso hacia la sostenibilidad.
¿Por qué consideras que este cambio en el propósito de las organizaciones es importante?
El desarrollo sostenible debe ser una prioridad para todos. Es importante generar crecimiento y empleo, pero esto debe ir de la mano con una visión más integral. Como parte importante de la sociedad debemos ser conscientes del rol que tenemos en ella. Por ejemplo, considerar el impacto ambiental de nuestra actividad también nos asegura que más adelante seguiremos contando con los recursos necesarios para sobrevivir, como organización y como especie. Sin embargo, el tema de la sostenibilidad va mucho más allá que el cambio climático, incluye trabajar para un mayor acceso a oportunidades, servicios básicos, educación y equidad de género.
¿Qué impacto ha tenido la pandemia en este último punto que mencionas, la equidad de género?
La pandemia ha tenido un gran impacto sobre las mujeres. Lamentablemente, debido a cómo se distribuyen los roles en la sociedad, aún hoy en día, las labores de cuidado recaen desproporcionadamente sobre las mujeres. Esto ha ocasionado que la brecha de género se acentúe en esta pandemia. Muchas mujeres dejaron su puesto de trabajo y también aumentó la violencia contra la mujer durante el confinamiento. Esto sin duda se agrava en regiones como la nuestra, ya que Latinoamérica ha sido una de las regiones más golpeadas por la pandemia. Según ONU mujeres, la pandemia podría haber ocasionado un retroceso de hasta 10 años en la participación de las mujeres en el mercado laboral. Resolver este problema es responsabilidad de todos y desde las organizaciones podemos contribuir trabajando por comprender cómo funcionan los sesgos y desarrollando estrategias para eliminarlos.