¿Cómo responden las empresas peruanas a las nuevas tendencias en el mercado?

 

El movimiento en la economía global, debido a la rápida evolución tecnológica, el cambio en las preferencias de los consumidores y el proteccionismo de algunas naciones, exige que los líderes de negocios reevalúen el desempeño de sus compañías para decidir si el camino por el que transitan es el más adecuado. Nicolas Oberrath, socio líder de Consultoría de Negocios de PwC Perú, explica cómo están afrontando las empresas peruanas los desafíos del nuevo mercado y lo que deberían hacer para buscar sobrevivir al cambio.

¿Cuáles son las tendencias que definen el mercado actualmente?

En Perú nos encontramos en un contexto económico moderado, con una proyección de crecimiento del PBI de alrededor del 3%, apoyado en la recuperación minera y un mayor gasto público. En el caso de la economía global, se espera que esta tenga un aterrizaje suave, con un crecimiento algo por encima del 3% también, mientras que la perspectiva para la región Latam se encuentra, en promedio, significativamente por debajo.

Sin embargo, mas allá de los indicadores económicos previstos, PwC ha identificado cinco megatendencias que afectan a todos los mercados en el mundo y a los negocios que operan en ellos: la asimetría, la disrupción de los modelos de negocio, las presiones demográficas, el aumento del populismo y la reducción de la confianza. Algunas han tenido efectos mucho más rápidos y persuasivos, que habíamos previsto, y ahora podemos ver varios desafíos que derivan estas tendencias.

¿Qué implica cada una de estas cinco megatendencias?

La primera se refiere a la asimetría en la distribución de riqueza y acceso a oportunidades, que prevalece en todo el mundo, incluyendo al Perú. La clase media, en muchos casos, se está erosionando a medida que la tecnología reemplaza trabajos tradicionales y la falta de inversión en innovación dificulta crear empleo. El impacto sobre los negocios es amplio y se reflejaría, por ejemplo, en los patrones de consumo.

Por otro lado, la disrupción de modelos de negocio y reducción de fronteras entre industrias, producto de los avances tecnológicos como robotización, inteligencia artificial, blockchain, etc; tiene implicancias sociales y políticas más allá del ámbito de los negocios.

¿Cuál es el principal impacto?

Aquellas empresas que no se embarquen en la transformación digital y reevaluación constante de sus modelos de negocio pondrán en riesgo inminente su supervivencia, lo cual impactará profundamente la forma de trabajar.

¿Cuál es el impacto de las otras megatendencias?

Las presiones demográficas no solo afectarán a las economías desarrolladas que sufren de una población cada vez mayor sino, en el caso de países emergentes como Perú, con una población más joven, el desafío puede ser la creación de la cantidad necesaria de empleos para mantener una tasa de desempleo juvenil controlada y un buen nivel de acceso a oportunidades laborales.

Del mismo modo, la globalización, automatización, y cambios en el poder económico han producido un aumento del populismo en muchos países del mundo. Estados Unidos es solo un ejemplo de una visión más introspectiva, de mayor proteccionismo y polarización. Esto afecta a muchos negocios, como los dedicados a comercio exterior o turismo, entre otros; y debe ser tomado en cuenta en una visión de mediano y largo plazo.

Por último, en la mayoría de los países se observa una notable reducción en la confianza en las instituciones, tanto públicas como privadas. Los actos de corrupción y el “efecto Lava Jato” han aumentado esta tendencia aún más en el Perú. En el caso de los negocios, esto se refleja en una mayor preocupación sobre seguridad personal y digital, así como una regulación cada vez mayor en dichos ámbitos.

Todas estas tendencias tienen un impacto muy relevante sobre los países, sus gobernantes, las instituciones, incluyendo las empresas privadas, sobre la gente y la forma en que se desarrollan profesional y personalmente.

¿Cómo están respondiendo las empresas peruanas ante este nuevo escenario?

Las empresas peruanas están respondiendo de múltiples formas. Algunas desde una mayor evaluación de las necesidades de sus clientes, en respuesta a cambios significativos en los hábitos de consumo o bases de clientes completas; otras empezando a embarcarse en la transformación digital y en métodos de trabajo que fomentan la innovación y agilidad; y hay quienes, naturalmente, están poniendo mayor énfasis en el control de riesgos, tanto cibernéticos, como de uso de datos, de cumplimiento, etc. y fortaleciendo sus gobiernos corporativos. Sin embargo, es frecuente que dichos temas no son abordados con una visión de mediano o largo plazo, sino de una forma reactiva en respuesta a amenazas ya inminentes.

¿Cómo deberían abordar las empresas los constantes cambios tecnológicos?

Las empresas deben adoptar, experimentar, implementar y aprender nuevas tecnologías; pero siempre con el foco de creación de valor para los grupos de interés. Muchas de las organizaciones actualmente están adoptando tecnologías en proceso de maduración como la automatización, robótica, inteligencia artificial, entre otras. Si se implementan correctamente, estas pueden generar valor significativo para las empresas. Sin embargo, también deben considerar que los cambios generados por la tecnología son multidimensionales, en el sentido que no solo cambian rápidamente las herramientas utilizadas para entregar productos y servicios, sino también la conducta y experiencia de los consumidores. En otras palabras, la tecnología ya no es, necesariamente, solo un habilitador que soporta procesos más eficientes para generar ventajas competitivas, sino que las empresas deben cuestionarse si quieren implementarla para mejorar el desempeño del modelo de negocio actual o saltar a un modelo más digital, qué capacidades necesitarían para hacerlo y qué pasos deben seguir para lograrlo.

¿Qué rol juega el capital humano ante las megatendencias?

La forma en la que trabajamos está transformándose rápida y significativamente. El impacto que tendrá el avance de la tecnología, la automatización y la inteligencia artificial sobre dónde y cómo trabajamos es importante; y probablemente aún no podamos siquiera imaginar la extensión real de ese impacto. Los avances tecnológicos mejoran la productividad de los empleados, pero también implican un riesgo de descontento social cuando los beneficios se reparten de forma desigual. Está claro que este es un riesgo latente en el Perú, donde la fuerza laboral es muy dispar en cuanto a preparación para afrontar dichos cambios. Las demás megatendencias también afectarán el futuro del trabajo en un país como este. La rápida urbanización y, en el caso del Perú, la gran concentración en una Lima con carencias en infraestructura y servicios es un desafío adicional para los empleadores.

¿Qué le recomendarías a los líderes empresariales para afrontar estos cambios?

Yo recomiendo ver estos retos como oportunidades para tomar decisiones que permitan explotar los desafíos o amenazas a favor de sus organizaciones. Esto requiere un análisis con visión a largo plazo, así como repensar o reimaginar la realidad del negocio y la sociedad en la que se encuentra. Se debe mirar tanto dentro como fuera de la empresa, para tomar acciones inmediatas y proactivas.

 

Un comentario

  1. Creo que las empresas peruanas aun no están preparadas para las nuevas tendencias, veo muchas de ellas tratando de innovar pero aun no logran hacer un cambio importante en su estructura mucho menos en el mercado. Esperemos mejorar esto con el transcurso del tiempo.

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