El poder de la generosidad en los ecosistemas

Para la supervivencia de muchas especies la generosidad ha desempeñado un papel importante. Los estudios demuestran que los humanos estamos predispuestos a ser generosos, dado que los beneficios de la colaboración superan a los de la competencia. 

En el mundo de los negocios, donde el auge de los ecosistemas está transformando la forma en que las empresas piensan y hablan de la competencia, hay muchas pruebas de que la colaboración a largo plazo con socios puede aportar más beneficios que la competencia tradicional entre empresas, en particular estimulando la innovación.

De ese modo, no es sorprendente que la generosidad se haya convertido en un tema polémico dentro de las estrategias empresariales. Sin embargo, esto no quiere decir que los ecosistemas empresariales no puedan funcionar bien sin la colaboración basada en la generosidad, pero la cuestión es que las empresas podrían estar desaprovechando el impacto que la generosidad puede tener en la mejora de la ventaja competitiva de las organizaciones.

Además, esta iniciativa exige que recursos como la atención, el tiempo y la disponibilidad sean accesibles y se ofrezcan abiertamente. En ese sentido, al identificar el valor y el rol único de cada miembro del ecosistema, todas las partes interesadas generan mayores resultados sociales y comerciales.

Cambio de mentalidad

Un enfoque tradicional de la competencia, relacionado con la mentalidad empresarial de que una empresa obtenga ventaja sobre otra, puede dificultar la estrategia en un ecosistema como participante. 

Por ello, para quienes estén considerando un enfoque más generoso de las colaboraciones empresariales, estos son cuatro puntos que se deben tener en cuenta.

  1. Finalidad. Es un reto u oportunidad que se pueda abordar mejor por un ecosistema que por una sola empresa. Para la mayoría de las organizaciones con ánimo de lucro, eso sería centrarse en lo que le importa al cliente y luego decidir qué socios son los más adecuados para mejorar la experiencia del cliente, satisfacer una necesidad o solucionar un problema importante. 
  2. Límites flexibles. La generosidad es la base de la cooperación: anteponer las necesidades de los demás crea confianza y vínculos. En consecuencia, diseñar un ecosistema basado en la generosidad, con límites flexibles que promuevan redes dinámicas entre los participantes, puede funcionar potencialmente como una «máquina de generosidad».
  3. Seguimiento de la generosidad. Es difícil medir la generosidad en ecosistemas con miles de participantes. Algunos parámetros clave son esenciales, como saber si los participantes obtienen la parte que les corresponde de los beneficios del ecosistema. 
  4. Gobernanza. Un marco de gobernanza para la toma de decisiones puede ayudar a proteger a los socios de la competencia innecesaria si la generosidad se construye específicamente para alimentar la consecución sostenible del propósito. 

Introducir la generosidad como parte de un ecosistema exige que los colaboradores aborden el objetivo y el diseño organizativo. En esa línea, es importante resaltar que pese a que la generosidad aún no se utiliza como herramienta organizativa, está escalando posiciones en la agenda estratégica.

Adaptación del texto original en inglés publicado por Strategy+Business gestionado por PwC Perú.

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