Por Wilian Sánchez, gerente de auditoría de PwC Perú
Al igual que la fintech es una fuerza disruptiva en los servicios financieros, la GovTech es la tendencia a la utilización de distintas tecnologías para automatizar las operaciones de las instituciones públicas y transformar la prestación de los servicios públicos, a través de la eficiencia y una mejora en la experiencia del usuario.
Con la llegada de la revolución tecnológica estos últimos años, las empresas han tenido que adaptarse a los cambios de la era digital. Para el sector privado, la transformación digital no es optativa y los gobiernos también se están sumando a este movimiento.
¿Cómo la tecnología y la innovación pueden transformar la gestión pública?
Uno de los grandes retos para el gobierno es alinearse a los estándares de las potencias mundiales en innovación y tecnología aplicadas al sector público para generar soluciones en los servicios a los ciudadanos.
Esta brecha se ha hecho más notoria en el último año, ya que la pandemia por el COVID-19 puso a prueba al Gobierno. Los sistemas públicos de salud se han visto desbordados por un incremento exponencial de pacientes y el Gobierno tiene considerables dificultades para detectar y controlar los contagios. Al mismo tiempo, la prestación de servicios públicos esenciales, como la educación o el transporte público, se ha visto seriamente comprometida.
Como vemos, la pandemia ha dejado lecciones evidentes y grandes responsabilidades. En este contexto, toma fuerza el GovTech como vía para acercar las soluciones innovadoras privadas (principalmente “startups”) al sector público.
GovTech es el ambiente perfecto para esta interacción, ya que en él se relacionan el Gobierno y el sector privado para el desarrollo de productos que mejoren los servicios públicos (salud, educación, transporte, seguridad), la gestión administrativa (registros, toma de decisiones, agilización de procesos), la infraestructura pública (wifi público, drones o sensores para la conectividad en las calles), sostenibilidad (reducción y compensación de la huella de carbono, reforestación) la participación política de la ciudadanía (procesos electorales, toma de decisiones de política pública, comunicación con las instituciones, organización social, etc.).
En resumen, GovTech apunta a un gobierno simple, eficiente y transparente en todas sus aristas, ya que permite la colaboración e interacción entre empresas, gobiernos, inversores, organismos internacionales y ciudadanos para que las instituciones públicas dispongan de las mejores herramientas para afrontar sus problemáticas.
Entre las principales acciones que debe impulsar el Gobierno para marcar el punto de partida del Govtech, tenemos:
- Implementar centros de innovación y transformación digital; y promover la cultura de experimentación y diseño de servicios enfocados en el ciudadano
- Implementar una sólida infraestructura tecnológica, abierta a la innovación externa donde predomine la interconexión de los sistemas y estos se puedan integrar al trabajo desarrollado por las startups
- Cambios innovadores en los procesos de adquisiciones en los cuales se evalúe más allá de la oferta de precio o soluciones muy específicas. Esto puede crear un círculo vicioso en el cual las empresas que tengan la mejor estrategia de competencia, mas no quienes tengan la mejor solución, serán las adjudicadas. Debemos tener en cuenta que las startups con soluciones innovadoras competirán en procesos flexibles y abiertos al pilotaje
- Incorporar y potenciar el talento digital entre los funcionarios públicos como, por ejemplo: desarrolladores y diseñadores de servicios digitales, expertos en inteligencia artificial, entre otros
- Simplificar los trámites burocráticos en un ambiente que promueva la inversión y facilite el trabajo conjunto con el Gobierno
Por el momento, la tecnología se aplica en el ámbito de la gestión pública de forma limitada, como, por ejemplo, el uso de firmas digitales, pagos electrónicos, trámites en línea y “bots” para atención al cliente. Sin duda, es imperativo que el Gobierno defina la ruta crítica para encauzarse en la corriente del GovTech.
¿Aprovecharán nuestras autoridades esta oportunidad?