Los avances en Inteligencia Artificial generativa están provocando diversas opiniones sobre el efecto de la tecnología en nuestra vida laboral. Cuando se dice que la IA lo mejora todo, desde la productividad hasta la fidelidad a la marca, es tentador suponer que también puede mejorar el liderazgo.
La tecnología puede moldear a los líderes, como hemos visto a lo largo de la historia. De hecho, hay tres épocas distintas a la hora de hablar de tecnología y liderazgo, donde cada una de ellas ha requerido un tipo diferente de líder.
En la primera era, la premoderna, las herramientas compensaban nuestras debilidades y los líderes las necesitaban para sobrevivir. En la era industrial moderna, la tecnología complementaba nuestra naturaleza limitada y ayudaba a mejorar nuestras vidas; los líderes debían ser administradores capaces de utilizar la tecnología para ayudarnos a ser más productivos. La tercera es la era digital -cuya oferta incluye la IA-, en la que se dispone de tecnología diseñada para superar nuestras limitaciones.
Las distintas eras de la tecnología han exigido distintos tipos de líderes, lo que significa que buscamos distintas habilidades cuando decidimos seguir a alguien. Aunque los distintos estilos de liderazgo se desarrollaron en condiciones tecnológicas diferentes, todos están presentes y son necesarios para que las organizaciones tengan éxito hoy en la era digital.
La era premoderna: Los líderes como expertos en la materia
Se buscaban líderes que dominaran su propio uso de las herramientas. Esto significa que los líderes premodernos actúan principalmente como expertos en la materia o modelos de conducta que utilizan su propia mentalidad y comportamiento para demostrar que se necesita esfuerzo para llegar a ser realmente bueno en algo.
En la era digital, el líder suele asumir el papel y las responsabilidades de alguien que ayuda a todos los demás a comprender las oportunidades y los riesgos de desarrollar algo que facilita la vida a corto plazo, pero que es más complejo y difícil a largo plazo. Los líderes que desempeñan este papel en su equipo u organización son conscientes de que todo el mundo confía en su experiencia y conocimientos. Por esa razón, tienen un alto grado de orgullo profesional y dedican mucho tiempo y esfuerzo a mantenerse al día de todos los avances relevantes dentro de su dominio tecnológico.
La era moderna: Líderes como administradores
Se buscaban líderes que gestionen el uso que los demás hacían de la tecnología, debido a que el mejor organizador era el que tenía más probabilidades de saber quién podía manejar ciertas máquinas/tecnología, y así ayudar a sus compañeros a prosperar.
En la era digital, el líder suele ser un ejecutivo experimentado que asume el papel y las responsabilidades de alguien que crea los sistemas, las estructuras y la formación para que los empleados utilicen algo de forma que beneficie a la organización.
La era digital: Los líderes como comadronas organizativas
Se buscaban líderes que medien entre las distintas razones para usar (o no usar) la tecnología, porque el mejor facilitador es el que tiene más posibilidades de dar cabida a distintas necesidades y ayudar así a sus semejantes a diseñar sus propias vidas.
En la era digital, el líder suele ser un jefe de experiencia o un líder de personas que asume el papel y las responsabilidades de alguien que alimenta una cultura en la que las decisiones sobre cómo debe y no debe usarse algo son tomadas deliberada e intencionadamente por todos.
El liderazgo requiere tiempo
Se necesita tiempo y esfuerzo para convertirse en cualquiera de los tres líderes descritos anteriormente. Cuando sugerimos que la IA puede mejorar el liderazgo liberando tiempo, no reconocemos que los grandes líderes -independientemente del papel que desempeñen en sus organizaciones- no necesitan más tiempo para asumir la responsabilidad de su ámbito profesional u organizativo. Crean las condiciones para que otras personas utilicen sus conocimientos y habilidades a pesar de su falta de tiempo.
La falta de tiempo no es lo que hace que los líderes sean malos a la hora de gestionar las emociones y las conversaciones difíciles, sino que el problema es el deseo de los líderes de evitar una situación incómoda. Así que, en lugar de preguntarse cómo utilizar la tecnología para ahorrar tiempo, los líderes que quieran tener éxito en la era digital deben aceptar su tiempo limitado como la característica especial que les hace a ellos -y a sus empleados, colegas y clientes- humanos.
Adaptación del texto original en inglés publicado por PwC y gestionado por PwC Perú.