“Las compañías peruanas están muy interesadas en invertir en inteligencia artificial”

 

Entrevista Anand Rao – Global & US Artificial Intelligence and US Data & Analytics Leader

La inteligencia artificial es una de las tecnologías con mayor impacto en la sociedad. Esta influye no solo en las cadenas productivas, sino también cambia el mercado laboral y el ambiente de negocios. Anand Rao, líder global de inteligencia artificial de PwC, explica cómo se ha ido adoptando este avance tecnológico a nivel mundial y los desafíos que representa.

Los beneficios de la inteligencia artificial (IA) son considerables. PwC estimó que su implementación generará una ganancia de $15.7 billones al PBI mundial, pero muchas empresas aún tienen dudas. ¿Cómo generar confianza en estas tecnologías?

Empezaría con algo pequeño. Se habla mucho del tema, existen diversas promesas y las empresas suelen enfocarse en el aspecto financiero, que es su base. Por ello, deberían empezar con algo pequeño, demostrar que realmente funciona y luego ir escalando. No se debe empezar con programas masivos, con inversiones de 10 o 20 millones que le apuesten todo a la IA. Pueden hacerlo si están convencidos de lograr el resultado que esperan, pero siempre se debe considerar que no se trata solo de la tecnología, sino también de la gente que va a adoptarla. Ese es el aspecto más importante.

¿Cómo ha avanzado esta implementación de la IA en las empresas de Latinoamérica respecto a otros mercados?

Al observar cómo se está desarrollando el tema a nivel global, podemos ver que la IA se ha ido adoptando en olas o momentos. La primera ola incluye países como Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido, que han impulsado la investigación en este campo. Luego existen otros donde el tema también es relevante, pues tienen los medios suficientes para desarrollar esta tecnología. Si bien, no necesariamente investigan en el tema, sí lo aplican. Entre ellos, Alemania y China, que ahora están abriendo mercados para la IA. Especialmente China, que ha invertido significativamente, tanto dinero como esfuerzo.

La tercera ola la componen países como los latinoamericanos, que no quieren quedarse atrás y están empezando a adoptar estas tecnologías. Algunas compañías, como PwC por ejemplo, están instalando bases regionales, de manera que si sucede algo aquí –Brasil, Argentina, Perú, etc.- se trata el área como un solo grupo. Lo mismo sucede en otras regiones del mundo. Se comienza a trabajar a nivel regional, pero, a medida que el volumen aumenta, se ven soluciones específicas para cada país.

¿Y en el caso de Perú?

Hay un gran interés en las compañías peruanas por invertir en IA. Visité algunas empresas que ya están trabajando con IA en cierto nivel; y si bien están en etapas tempranas, ese es el modo en el que todo empieza, de la mano de un buen científico de datos. Diversas industrias están buscando la mejor forma de empezar, y mientras el tema se va desarrollando, indudablemente, todos deberían estar preparados.

¿Qué impacto tendrá esta tecnología en el mercado laboral?

El cambio se dará a nivel global y en distintos escalones de las compañías, desde un operador de call center hasta un CEO. El nivel de impacto dependerá de qué porcentaje de tareas en un puesto son repetitivas. Si el 80% es repetitivo, entonces sí, alguien va a observar la situación y decir: “Tengo diez personas con un 80% de tareas automatizables. No necesito diez personas sino dos.” Esto ya puede suceder, pero vemos que aún está en pequeña escala y en determinadas áreas.

Por otro lado, si el 20% de mis tareas se pueden automatizar, esto no quiere decir que ahora tengo más tiempo libre, sino que puedo hacer cosas útiles en esas horas. Muchas tareas van a automatizarse. La clave está en entrenar y educar a las personas para aprovechar la tecnología y ese 20% disponible de la mejor manera, ya sea construyendo mejores relaciones con los consumidores o gestionando personas. Es decir, se debe revalorizar las tareas de persona a persona. Esa es la manera en que esto se debería desarrollar.

Entonces, ¿cuál es el nuevo perfil que debería tener el trabajador?

Hay dos tipos de habilidades que serán sumamente relevantes. La primera es más técnica y referida a la relación humano-máquina. Ahora las máquinas “hablan” entre ellas, por lo que se necesita personas que desarrollen estas formas de comunicación, como la internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés), por ejemplo. Para esto se necesita científicos de datos y expertos en machine learning que puedan enseñarle a una máquina de la misma manera en que le enseñaríamos a un niño, solo que nos enfocaríamos en darles información relacionada con impuestos, auditoría, archivos, etc. En este primer paso se generan nuevos puestos de trabajo.

Luego encontramos la relación máquina-persona, en la que estas le dicen a los humanos qué hacer. Existen plataformas que toman algunas imágenes, las dividen en varias secciones y se las entregan a la gente. Estos trabajadores luego deben marcarlas o etiquetarlas y devolverlas a las máquinas, que actúan como supervisoras. De este modo, si existe alguien que deliberadamente intenta burlar el sistema o si tiene errores continuamente, la máquina puede identificar a quién aplicarle el descuento o sanción respectivo.

Por último, tenemos la relación de persona-persona. Este rol también va a crecer. Los humanos necesitan hablar entre sí. El entretenimiento, la música, los deportes y todo lo relacionado a la creatividad tomará relevancia. Es decir, las industrias de persona-a-persona deberían obtener grandes ganancias.

¿Cuál es el papel de los gobiernos en la implementación?

Los gobiernos deben analizar cómo adoptan la tecnología. Un buen número de países ya está apostando por la digitalización. En Australia, por ejemplo, no es necesario hacer una declaración de impuestos si no lo deseas, ya que el gobierno tiene la información necesaria y puede debitar automáticamente de tu cuenta. No necesitas hacer nada, salvo que estés en desacuerdo con el monto, en cuyo caso sí debes presentar una declaración. Es decir, tienes la opción de decidir. ¿Por qué presentar información que el gobierno ya tiene a través de bancos o empleadores?

Una vez que los gobiernos empiezan a ver las cosas de esa manera, pueden hacer los servicios más eficientes y baratos. Muchos países pequeños ya apostaron completamente por la digitalización. Ningún pago del gobierno se hace a través de cheques, por ejemplo, sino por medio de un depósito directo. Incluso los países escandinavos están adoptando una política de “cero papel” y planean hacer todo de manera electrónica y dejar de imprimir dinero en el futuro cercano.

Una vez que todo se vuelve electrónico, también se hace más difícil que la gente de a pie engañe o estafe. Si bien aún existen los cibercriminales, estos se manejan de un modo distinto. Todo se conecta de algún modo u otro, por lo que puedes ver las cifras y la ruta. Países como India ya están optando por este camino, puesto que al hacer todo electrónico es mucho más difícil esconder inconsistencias. Si se elimina el papel moneda, todo debe pasar a través de un sistema. Es mucho más justo para todos los que pagan impuestos.

¿Y cómo pueden ayudar a las empresas a aplicar la IA?

Para empezar, los gobiernos deben desarrollar una estrategia nacional de IA. Más de 30 gobiernos están trabajando en ello o ya cuentan con una. Perú también debe pensar en cuál es su estrategia, cómo atraer más compañías al país y observar cómo los grandes conglomerados y corporaciones locales están adoptando esta tecnología, de la mano de la analítica y la automatización. Se debe pensar en todos los ángulos, incluyendo las ciudades del interior.

Alrededor del mundo hay muchas iniciativas para impulsar a las empresas a adoptar la IA. Por ejemplo, Canadá desarrolla un convenio con privados. Invitan a las compañías a implementar sus laboratorios de innovación en algunas ciudades y a cambio ofrecen financiamiento. De esta manera se amplía la base de quienes adoptan la tecnología y a la vez se incentiva los negocios locales. Por su parte, China también incentiva el emprendimiento. Crean la infraestructura para atraer el tipo de negocio que necesitan o quieren para determinada área, y generan competencia entre distintas zonas. Por ejemplo, si Shanghai está dividida en seis provincias, cada una de estas competirá para que las compañías se alojen en su zona.

A nivel de industria, ¿cuáles son las más beneficiadas por la implementación de tecnologías como la IA y el IoT?

La de manufactura, energía e hidrocarburos son algunas de las que más se han beneficiado con esta tecnología. La de manufactura sin duda lleva la delantera, porque su conocimiento de IoT le permite obtener los mayores beneficios de la inteligencia artificial. IoT es como un primer paso. Una vez que ya se recolecta la data y no sabes qué hacer con ella, entra la IA a digerir la información y transformarla en algo útil.

¿Y en el caso de minería?

La minería también podría beneficiarse, considerando que muchas de sus tareas son de alto riesgo, los robots serían de gran utilidad. En Australia, por ejemplo, hay una empresa en la que ninguna persona está relacionada con la explotación de minerales. Tienen un centro de control donde ven a las máquinas cavar, extraer el mineral y ubicarlo en los vagones. Todo de forma automatizada. Tomemos en cuenta que la minería es una actividad difícil, donde cuesta garantizar la seguridad. Hemos visto casos en Chile y en otras zonas donde los mineros se quedan atrapados. Es una tragedia que se puede evitar, reemplazando a esas personas por máquinas. Aún no estamos ahí del todo, pero hacia eso nos encaminamos.

¿Cómo podría el gobierno apoyar el desarrollo de esta tecnología en la minería?

Se podría crear centros o bases para premiar la excelencia. Como guía, existe una buena cantidad de investigación en otros países, de diferentes partes del mundo, pero se puede escoger un área que se ajuste mejor a las necesidades del Perú. Por ejemplo, Japón fue pionero en el desarrollo de robótica. Tienen leyes, reglas e incentivos para este tema. Antes que los países quisieran desarrollar estrategias de IA, ellos ya contaban con una para la robótica. En ese sentido, sería muy beneficioso, para Perú y otros países, crear estándares para la excelencia en IA en la minería, que incluyan seguridad, eficiencia y un aumento de la productividad.

Desde un punto de vista nacional, se debe identificar un punto clave que impacte la vida de las personas y partir desde ahí. No todos se pueden expandir como China, que invierte millones en áreas muy diferentes. En Estados Unidos, por ejemplo, es el sector privado el que invierte. Sin embargo, es difícil generar esa cantidad de inversión aquí, salvo que se enfoquen en una sola industria, para empezar.

¿Qué queda pendiente en la agenda de implementación de IA?

Muchas personas se preguntan si es segura, y es comprensible. Conforme pasamos de algo experimental a una tecnología que ya se empieza a aplicar, queremos asegurarnos que no generará daño. Ese es una de las principales preocupaciones: cómo hacemos la IA más responsable.

Por otro lado, dado que la IA influye sobre, prácticamente, todo trabajo y en toda industria, las personas se están enfocando en cómo facilitar el uso de esta tecnología. ¿Cómo democratizarla? Actualmente, todos usan aplicaciones en sus teléfonos y así es como se exponen a la IA. Por ejemplo, para ubicarte, puedes usar una app de geolocalización, mientras que años atrás debías usar un mapa. Adicionalmente, interactuamos con Siri o Alexa, que nos dan respuestas y facilitan nuestra vida. Así es como deben pensar los gobiernos y empresas. Ahí está el foco.

 

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