“Las empresas tienen cada vez más datos, pero esto no necesariamente es información”

 

El principal activo de esta era digital es la información. Diariamente se almacenan datos de toda nuestra actividad en internet y las empresas con un uso adecuado de esta información obtienen una ventaja competitiva sobre la competencia, al poder dirigirse directamente al público interesado en su producto, de manera personalizada. Jessica Cornejo, gerente de Consultoría de Negocios de PwC, explica qué se necesita para que los datos puedan transformarse en conocimiento útil y explotable.

¿Qué es gobierno de datos y por qué es necesario?

El gobierno de datos es la capacidad que tienen las organizaciones para gestionar de manera efectiva todas las actividades relacionadas con datos, bajo los tres pilares que forman el éxito de cualquier iniciativa: personas, procesos y tecnología. Se debe definir los roles y funciones de las personas, los procesos que definirán las políticas y procedimientos para todo flujo de información; y, finalmente, la tecnología actúa como soporte y habilitador para todas las actividades.

¿Cuál es la diferencia entre gobierno de datos y gestión de datos?

A menudo se confunden los dos términos. La gestión de datos establece las políticas y procedimientos para todo el flujo de información, podría entenderse como el núcleo necesario para el gobierno, que finalmente verificará que lo anterior funcione y se habilite. Es como tener una constitución, que sería la gestión, y no tener un gobierno como tal, con organismos que se encarguen de la ejecución. La tarea del gobierno es monitorear que todo se cumpla y contar con indicadores de calidad; es decir, supervisar que cada rol y función haga la tarea que le han encargado.

Entonces, ¿es más importante tener la gestión de datos clara para después tener un gobierno de datos adecuado?

En realidad, van de la mano. Es muy difícil separar ambas tareas. El gobierno es como el marco general, la gestión es más aterrizada a las actividades.

De acuerdo a tu experiencia, ¿qué importancia le dan las empresas peruanas al gobierno de datos?

Hace unos años, básicamente los bancos eran los interesados en el tema y quienes abordaban este tipo de proyectos. Hoy es más común que empresas de diferentes tamaños e industrias se preocupen por habilitar un gobierno de datos, porque se han dado cuenta que es la única manera de poder ordenar todo el flujo de información, para sacar provecho de los datos que tienen actualmente.

¿Qué retos representa este tipo de proyecto?

Hacer algo nuevo siempre es un reto, en especial el primer paso. Por ello es importante contar con un sponsor de alta dirección, con el empoderamiento suficiente para impulsar el proyecto en el resto de la organización. Muchas empresas se pierden en el proceso cuando inician un gobierno de datos porque lo aplican a toda la organización, sin definir bien los roles, o los definen, pero no se encargan de verificar que estos funcionen; por lo que un reto importante es sensibilizar a los diferentes niveles de la empresa respecto a los roles definidos y las nuevas tareas que deben cumplir.

Un aspecto que también se consideró un reto en su momento es la necesidad de un marco de trabajo, pero hoy se hace más sencillo porque la regulación es cada vez más exigente. Por ejemplo, la ley de protección de datos afecta a todos. Esto está impulsando a que las empresas se ordenen, establezcan mecanismos para poder trabajar con fuentes externas y procedimientos claros de cómo van a utilizar estos datos; así como la forma de exponer sus propios datos internos hacia afuera. Todo resulta en un impulso para que este ordenamiento funcione.

Respecto a la ley de protección de datos. Hemos visto casos polémicos relacionados con el uso de información personal para modificar comportamientos, ¿cuándo empieza a ser cuestionable el uso de esta información, considerando que las personas ceden sus datos voluntariamente al usar determinadas plataformas?

Creo que el caso más polémico que hemos visto en los últimos años causó ese revuelo porque tenía un claro impacto político. Sin embargo, el mecanismo es el mismo que utiliza cualquier publicidad dirigida. Lo que se debe validar es que los términos en los que se proporcionan los datos y el uso que se hace de los mismos al momento de establecer un perfil, hayan cumplido con los mecanismos normativos. Por otro lado, una persona puede entregar sus datos, pero no necesariamente aceptar que le llegue publicidad. El bombardear con temas muy personalizados también puede generar cuestionamientos en el cliente, hasta el punto en que se pregunte ¿en qué momento acepté? Y quizá la siguiente pregunta será ¿cómo hago para que esto no me siga llegando? Los datos que ingresan sí pueden ser utilizados, de manera modulada, por eso la importancia de la regulación.

¿Cómo definir las políticas para un buen gobierno de datos?

Es una tarea un poco complicada. Se debe fijar objetivos claros, lo que permitirá priorizar las políticas, porque si se decide abarcar demasiado al inicio de este tipo de proyecto, se puede caer en un bucle de burocracia, con demasiados procedimientos, tareas y documentos. Luego, uno de los aspectos más importantes es analizar el flujo de información del dato, desde que entra a la organización hasta que se archiva o destruye; así se puede determinar dónde se necesita habilitar políticas y hacer que estas sean viables. Es decir, no se necesita establecer una política muy compleja si la organización es pequeña, no tiene mucha estructura de personas o tiene un nivel de madurez todavía bajo. De ahí que la priorización de políticas sea una tarea clave.

¿Cuál es la principal preocupación que tienen los clientes al momento de implementar un proyecto de gobierno de datos?

Generalmente, nos encontramos con un cliente que se embarca en iniciativas de explotación de información, por ejemplo, quiere hacer machine learning, pues está en plena trasformación digital. Sin embargo, cuando empieza a trabajar los sistemas de algoritmos, de predicciones, no le sale nada o lo que obtiene ya lo sabe o simplemente los resultados que obtiene de estos algoritmos no le son familiares. Todo esto sucede cuando se parte de fuentes de datos incompletas, desactualizadas o que no tienen la integridad suficiente. Es ahí donde la mayoría de empresas vuelve al principio, a limpiar mis datos, y empiezan campañas como, por ejemplo, mandar correos para actualizar datos, y sortean un celular como incentivo; o validan información con los que ingresan a determinada página web.

¿Qué recomendaciones finales le darías a los líderes empresariales sobre el tema?

La recomendación principal es que evalúen las alternativas. Se suele creer que el gobierno de datos es una forma de trabajo compleja y costosa, o que no genera resultados rápidamente. Esto no tiene por qué ser así. Se debe revisar qué tipo de asesoría pueden obtener para hacer viable y rápido el proyecto, para que obtengan resultados pronto y los puedan implementar. Las empresas tienen cada vez más datos, pero esto no necesariamente es información. Para poder convertir los datos en conocimiento que brinde una ventaja competitiva, se necesita el ordenamiento que otorga el gobierno de datos. Se debe romper con la creencia que esto es solo para empresas grandes o estructuras organizativas muy amplias.

 

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