Dirigir un negocio exitoso implica hoy, más que nunca, considerar el impacto de esta actividad en el medio ambiente. Además de ser parte de un buen gobierno corporativo, integrar la sostenibilidad al planeamiento estratégico responde a la demanda de un nuevo tipo de cliente que busca no solo una marca que satisfaga sus necesidades sino una que comparta sus valores.
En términos industriales clásicos, la tecnología digital y la sostenibilidad ambiental parecen ser excluyentes. Los factores que los propulsan no están relacionados. Uno se debe al cambio tecnológico radical provocado por internet de las cosas, la inteligencia artificial y robótica, los cuales prometen transformar la fabricación global, los procesos industriales y la mano de obra. Es decir, se trata de eficiencia. El otro es impulsado por la degradación ambiental e inestabilidad geopolítica, lo que exige un nuevo enfoque que priorice la conservación de recursos y la gobernanza ambiental.
No obstante, ambos conceptos se refuerzan entre sí, y hasta podría decirse que sin tecnología digital sería muy difícil -por no decir imposible- que las empresas disminuyan su huella de carbono y gestionen sus desechos. De ahí la importancia de combinarlos para lograr un modelo de negocio que sea viable a largo plazo tanto con clientes como con entes reguladores.
Existen tres aspectos principales en los que toda empresa debería enfocarse para virar hacia un negocio sostenible:
- Completa el ciclo: en el pasado las empresas no se interesaban mucho por lo que sucedía con sus productos o el material del que estaban hechos una vez que ya habían sido vendidos al consumidor, de manera que se generó una gran cantidad de desecho. Ahora es cada vez más común que se busque generar una economía circular. Es decir, enfocarse en que los productos y servicios puedan ser reutilizados y generados a través de recursos renovables.
2. Mejora por tus consumidores: las empresas están creando programas basados en lo digital para generar beneficios sociales. Este tipo de acciones generan valor para los consumidores, en particular los millennials, que son los principales consumidores de artículos/productos/servicios ligados a ventajas tecnológicas.
3. Logra el balance correcto: si bien ambos conceptos se refuerzan mutuamente, esto no necesariamente significa que encajarán con facilidad. La tecnología trae consigo muchas ventajas para las generaciones futuras, pero también algunos riesgos a corto plazo: económicos, de seguridad, éticos e incluso de performance de la compañía. Es importante que las empresas innoven sin dejar de equilibrar la eficiencia, supervivencia social y resiliencia.